Nutrición Celular Activa
El ser humano es un ser vivo compuesto por cerca de 20000 millones de unidades biológicas llamadas células, interconectadas entre sí formando tejidos. La célula, por tanto, supone la unidad viva fundamental de todo ser vivo pluricelular y nuestra salud dependerá de la buena salud de ellas en su conjunto.
Comer no es lo mismo que nutrirse
Las investigaciones en biología celular nos permiten conocer que los desequilibrios en el funcionamiento de las células causados por un exceso de toxinas o bien, por un defecto de nutrientes esenciales, pueden hacer enfermar estas unidades biológicas, llevando a largo plazo, a enfermar al organismo completo.
Los desequilibrios de nutrientes a nivel celular, tanto en exceso como en defecto, provienen de la calidad de nuestro estilo de vida: de nuestra forma de alimentarnos, del ejercicio físico, de la calidad del aire y el agua, de las ondas electromagnéticas, de los metales pesados o disruptores hormonales que podamos inhalar o ingerir, de las horas de descanso, del stress, de la calidad de nuestros pensamientos, de nuestras emociones, etc
La Nutriciòn Celular Activa es una rama de la medicina biológica que consiste en una visión integral de la salud, que trata de aportar los nutrientes esenciales en cantidades fisiológicas y equilibradas, a la vez que ayuda a eliminar las toxinas en exceso que pueden interferir en el correcto funcionamiento celular.
A diferencia de la medicina alopática, que estudia los síntomas y las enfermedades, la Nutrición Celular Activa se concentra en analizar los factores que favorecen la salud, optimizando el funcionamiento celular, restableciendo el equilibrio biológico del propio sistema reparador y favoreciendo un estado de vitalidad y armonía propios de un organismo sano.
Se apoya sobre todo, en una alimentación de calidad y en suplementación de micronutrientes esenciales de calidad y de origen natural (oligoelementos, vitaminas, antioxidantes, aminoácidos, ácidos grasos poliinsaturados…), que las células saben reconocer. Así como en un estilo de vida saludable: descanso reparador, ejercicio físico habitual, contacto con la naturaleza, relaciones sociales saludables, etc